
Gracias
Virgencita de Guadalupe,
Madre amorosa y protectora de todos tus hijos,
hoy me acerco a ti con el corazón lleno de gratitud.
Gracias, Madre, por cuidar de mi familia,
por darnos salud, fortaleza y unión.
Gracias por escuchar mis oraciones
y por acompañarnos en los momentos difíciles.
Te pido que sigas cubriéndonos con tu manto sagrado,
que mantengas la paz en nuestro hogar
y la salud en nuestros cuerpos y corazones.
Madrecita querida, nunca me cansaré de agradecerte
por tu amor y tu presencia constante.
Bendice a quienes amo
y ayúdame a ser siempre una persona agradecida y llena de fe.
Amén.
Cindy Neimeyer