Señor, gracias por dejarme hablar contigo; extraño a mi padre que está ahora contigo en el cielo. En este momento te pido me des fuerza, es uno de mis momentos más difíciles, pero tú eres mi refugio. Dios mío, tú eres mi refugio, te doy gracias por la vida de mi padre, gracias por ser un regalo en mi vida; mi padre fue un regalo precioso, por favor, llévalo contigo a tu reino.

Padre Dios, hace ya un mes que mi papá se unió a ti en tu gran reino en el cielo; no mentiré diciéndote que ha sido fácil, cada día lo extraño un poquito más y le lloro un poco. Me diste la dicha de tener a un papá excelente, que me cuidó y me dio todo el amor posible.

Hoy está contigo y me hace falta, pero sé que está bien, pues tú estás con él dándole todo. Quiero agradecerte por haberlo puesto en mi vida y decirte que fue el mejor papá del mundo; quisiera pedirte que le dijeras que no pasa un segundo en el que no piense en él, siempre está presente.

Quiero que sepa que lo llevaré presente en mi corazón y en mi mente y que de ahí nadie lo quitará, y también que mis hijos, y los hijos de mis hijos sabrán de él y que fue el mejor papá que pudo bríndame esta vida. Mi Señor, sé que le harás llegar mis palabras y le darás un gran abrazo. Amén.