Quiero recibir el sacramento de la reconciliación lo antes posible. En lo que recibo el sacramento de la reconciliación imploro perdón, imploro un corazón contrito. Amor y temor De Dios. Vida intensa y fervorosa de oración. Liberarme del yugo del pecado. La gracia de poder hacer oración de reparación. NO se porque he perdido la vida fervorosa. Antes experimentaba mucho el consuelo De Dios, y ahora raramente siento ese consuelo, lo cuál ha provocado que ya NO me sienta con esa necesidad de vivir intensamente mi fe. Pido por las benditas animas del purgatorio, especialmente las que más sufren, las más abandonadas, por las que NO se dirigen oraciones ni misas de sufragio. Me encomiendo MUCHO a las benditas animas del purgatorio, para que yo pueda recuperar el fervor por mi vida de oración. Imploro por las animas del purgatorio de México y de todo el mundo. Por las animas del purgatorio de mis antepasados, familiares, amigos, conocidos, bienhechores, intercesores y por todos aquellos por quien debo amor y oración. Pido por las ánimas del purgatorio de sacerdotes, religiosos, laicos comprometidos, pontífices, reyes, príncipes, primeros ministros, presidentes, empresarios, autoridades civiles y religiosas. Pido por el Papa Francisco y por el Papa Emérito Benedicto XVI. Pido por todas las organizaciones Pro-Vida. Pido por los matrimonios en crisis, para que con la gracia De Dios, puedan salir adelante. Pido por mis amigos y por mis enemigos, vivos y difuntos. Pido por el Opus Dei, por el Regnum Christi, por los Franciscanos, por los Capuchinos de la Orden del Santo Padre Pío de Pietrelcina, por los agustinos, los agustinos recoletos, los benedictinos, los carmelitas, los jesuitas, los dominicos, los Cruzados de Cristo Rey, por todos los miembros de la Cofradía del Santo Rosario, por los Lasallistas y los Salesianos; de todas estas ordenes religiosas, tanto vivos como difuntos, y cuando digo difuntos, me refiero a todos aquellos que se encuentran en el purgatorio. Pido por todas las personas que morirán el día de hoy. Pido morir en los brazos de Jesús, José y María Santísima y con la protección y amparo de mi angel de la guarda y de San Miguel, San Gabriel y San Rafael Arcangeles. Pido que en mi vida, en mi persona, en mi familia y en mis seres queridos, Dios, por intercesión de Santa María de Guadalupe y de Señor San José, sane lo que está enfermo, del cuerpo o del alma, enderece lo que está torcido y por la misericordia de Dios, siga yo el camino de salvación y santificación que el Sagrado Corazón de Jesús ha trazado para mi persona, mi familia y para todos aquellos por quienes debo amor y oración. Amén.