Gracias por hacerme ver lo que me conviene. Gracias por saber lo que necesito antes de que lo pida. Gracias porque me siento amada incondicionalmente y protegida por ti y por Dios. Siento que soy su niña que cuidan y protegen y que quieren lo mejor para mi. Perdón por desconfiar de ti y de Diosito, porque tuve miedo de ponerme 100% en sus manos por temor a que no pasara lo que yo quería desde el capricho. La realidad es que el capricho no me iba a llevar a nada bueno.  Definitivamente yo estoy mejor confiando en tus brazos  y dejando mi vida y mis sueños en tus manos y en las de Dios.

Ayúdame a no perder la fe y a que esto no se me olvide.  Te suplico por favor ayúdame a conseguir trabajo pronto, a no dejarme vencer por la tristeza o pesimismo, tráeme una persona que me  ame, me convenga, me quiera bien y con la que pueda cumplir mis sueños un paso a la vez con calma y de tu mano. Ese es mi camino dulce y seguro. Confío en ti, no me dejes Virgencita!