Por el papa, los sacerdotes, las almas benditas del purgatorio y la conversión de nuestras almas, especialmente la de mi familia Perez Isidro.
Excelsa Virgen María de Guadalupe, madre de Dios y madre nuestra, gracias por estar siempre a mi lado pero sobre todo de guiarme a nuestro Señor Jesucristo tu hijo amado y desear amarlo como tu.